jueves, 2 de julio de 2020

El olvido

Despertar sin saber que estoy contigo, me encuentro en tu regocijo poco accesible, pero nublada está la idea que  te percibo en sombras, las cuales se esconden en la niebla, en ese colapso que sale cuando menos me doy cuenta, en el acto constante de la vida de lo que no quiero saber, pero existes, tan interno y sin forma te muestras como una enfermedad, en la cual escribo notas para ti,como un fármaco que me nubla de la realidad, de tanta inmensidad revuelta, bloqueas los caminos y preguntó:

 ¿Dónde voy?, ¿Qué tan incierto es?. 

Pero escondes los objetos, llenándome de ira desbordada que induce pelearme en los lamentos, buscando la manera de quedarme, grabó cada instante para saber cómo llegar a ellos, sin embargo en este viaje, tomaste mi mano y seguimos caminando, más lejos de lo que perturba la mente, te haces de disfrazarte de eso que desconozco pero alguna vez conocí, tan perverso puedes llegar a hacer, me llevas aún lugar prometido de tranquilidad, pero me pides que desconozca el método, cuando morir sin dolor es la meta imposible, puede la opción caber en lo aterrante de la duda inmiscuida, del saber, a lo que huimos esa vez que negamos sentir en este deseo que vivimos, le pido al recuerdo que me rescate para no irme con este olvido perdido, en el viaje que parto contigo.