El olvido
Despertar sin saber que estoy contigo, me encuentro en tu regocijo poco accesible, pero nublada está la idea que te percibo en sombras, las cuales se esconden en la niebla, en ese colapso que sale cuando menos me doy cuenta, en el acto constante de la vida de lo que no quiero saber, pero existes, tan interno y sin forma te muestras como una enfermedad, en la cual escribo notas para ti,como un fármaco que me nubla de la realidad, de tanta inmensidad revuelta, bloqueas los caminos y preguntó:
¿Dónde voy?, ¿Qué tan incierto es?.
Pero escondes los objetos, llenándome de ira desbordada que induce pelearme en los
lamentos, buscando la manera de quedarme, grabó cada instante para saber cómo
llegar a ellos, sin embargo en este viaje, tomaste mi mano y seguimos caminando,
más lejos de lo que perturba la mente, te haces de disfrazarte de eso que desconozco
pero alguna vez conocí, tan perverso puedes llegar a hacer, me llevas aún lugar
prometido de tranquilidad, pero me pides que desconozca el método, cuando morir
sin dolor es la meta imposible, puede la opción caber en lo aterrante de la
duda inmiscuida, del saber, a lo que huimos esa vez que negamos sentir en este
deseo que vivimos, le pido al recuerdo que me rescate para no irme con este
olvido perdido, en el viaje que parto contigo.


